Consulta
Estimada Senyoreta Lice, Soc molt fan de la vostra secció i és d’agrair tenir un lloc al qual recórrer per poder consultar aquests tipus de situacions peculiars. En el meu cas em remet a vostè perquè tenc un petit problema a l’hora de mantenir relacions sexuals amb la meva parella. De fet, soc una persona amb tendència a la procrastinació i a l’hora de mantenir relacions amb ella aquest hàbit se’m dispara i soc incapaç de mantenir l’atenció i la dedicació que escau a cada una de les fases de l’acte. Per posar un exemple, mentre estic al moment del cunnilingus ja estic pensant amb la penetració i quan estic a la penetració ja estic pensant a canviar de postura i clar ella es queixa constantment i em recrimina que pareixem dos conillets fent el Kamasutra damunt un trapezi i que mai aconseguim arribar al tan apreciat orgasme. Alguna recomanació per arreglar aquesta situació?
Gràcies per avançat.
El hipster de Jornets.
Resposta
Estimado Señor Hipster, preciosa localidad Jornets, por cierto, estuve allí un verano, gente encantadora. Por lo que veo tiene usted un problema de anticipación y le recomendaría realizar tareas tediosas para contrarrestarlo, unas tardes de plancha le harían mucho bien, sacar brillo a la plata de la abuela o pelar judías desarrollarían su resistencia a la monotonía, si bien en cuanto al físico está usted en buen estado por las acrobacias que dice que acomete. Pero una duda me asalta querido Hípster, dice usted que no alcanzan el clímax todo y realizar prácticas variadas y variopintas, tal vez es una cuestión cualitativa y no cuantitativa, déjeme que le cuente una anécdota para ilustrar mi reflexión, cambiando los nombres para mantener el anonimato de los implicados, claro está. En mi lugar de residencia en la antigua calle Socorro (Carrer Socors) había varios negocios regentados por señoras que fuman, usted me entenderá, y bien, una de ellas, la llamaremos Mercedes, tenía muchos clientes, no se imagina el trajín de caballeros subiendo y bajando las escaleras que había a diario. Una cosa… En fin, que a pesar de tanto trabajo, encontraba tiempo para ver a su novio, le diremos Manuel, un hombre pequeño pero con porte, ben plantat (bien parecido) pues bien Manuel subía a diario apenas unos minutos después de fumarse un cigarro en la entrada, desaparecía por el hueco de la escalera, y al rededor de un minuto después se oía a Mercedes emitir un gemido que poco tenía que ver con los que regalaba los oídos a sus clientes, un minuto después Manuel bajaba de nuevo y se encendía otro cigarro. ¿Qué me quiere decir con todo esto? Se preguntará usted, muy lejos de contarle las intimidades de la calle Socorro, si es tan rápido para todo como dice, habrá captado el mensaje y si no, planche, que más triste que arrugar las sábanas para nada es no quitarles las arrugas, ¿sabe lo que le quiero decir?
Sra. Licé.