Vídeo blogs

Después de lo que me pasó con el coche, estuve tres noches sin dormir. No me había pasado nunca y creí que me estaba volviendo loco, era como tener a alguien dándote golpes cada vez que el sueño cree vencerte y empiezas a soñar despierto, lo que es peor. Me planteé lo de ir al médico y me imaginé que era una de las más típicas consultas y que tendría un catálogo de pastillas que me tumbarían fácilmente, pero no era mi rollo. Volví a intentar lo del White noise, algo a lo que recurro en verano, pero tampoco funcionó. La cuarta noche, yo ya estaba desesperado y tampoco era bueno, al lado de los videos de ruidos de tormenta sobre uralita o secadores de mano, había un video blog de esos, un tipo calvo pero con melena. Un vídeo de hora y media donde hablaba del crimen de Alcásser. Se centraba en las horas previas a los crímenes. Me lo puse y, sin darme cuenta, me quedé frito unas horas. Por la mañana me sentía descansado, pero también tenía la sensación de haber tenido un sueño chungo del que solo conservaba dos flashazos y las piernas cansadas.

A la siguiente noche, busqué ese vídeo para acabarlo de ver, ya que apenas recordaba cuatro cosas, pero no lo encontré. Lo busqué y me di cuenta de que había un montón sobre el tema, todos contados por peña con pinta muy friki. Había uno que entrevistaba al pavo que fue condenado. Me lo puse y las voces me portaron en alfombra a un campo seco y agreste, en una noche fría, por el que deambulé tras unas sombras, en sueños.

Al despertar, me hice un Eko. Me sentía culpable. ¿Qué me estaba pasando? Yo era de Favara, había sobrevivido treinta años antes a todo el bakalao que te puedas imaginar, aquella masacre fue muy traumática, aunque no por aquello dejamos de salir o de ir de coche en coche ni de pastilla en pastilla.

Aquello se convirtió en un ritual, me acostaba como siempre, sobre la una de la madrugada y me ponía un video de algún tío que daba su conferencia  sobre el crimen o entrevistaba a algún criminólogo, algún testigo de la época, algún policía jubilado, o cuestionaba la recogida de pruebas, las primeras autopsias, las segundas de Frontela, el sensacionalismo, la fuga de Anglés, la desaparición de la alfombra con la que las habían sepultado (¿por segunda vez?), la falta de restos de ADN de algunos y el aparecido de otros, los datos más truculentos del sumario o el tipo no identificado que aparece en el vehículo en el que se subieron las niñas y que fue visto de lejos por una señora del pueblo y por la trabajadora donde los miserables se compraron unos bocatas tras la primera tanda de torturas, ultrajes y vejaciones.

Poco a poco, fui curándome el insomnio viviendo en sueños esos escenarios, perdiéndome en el escarpado camino que va de la caseta a la fosa, escuchando conversaciones en los parkings de las discotecas, callejeando extenuado, persiguiendo el Opel corsa… No sabía qué me pasaría de día, pero sí que la noche la tendría ajetreada.

Son cosas que uno no puede ir contando por ahí, pero sé que tú me entiendes y que sabes que las consecuencias de no dormir pueden ser fatales. Por un tiempo, aquellas semanas, pensé que padecía insomnio familiar letal y que me quedaban cuatro telediarios, que me acabarían matando pesadillas insoportables. Leí un poco sobre el tema y me asusté más, pero con los vídeos conseguía robar unas horas al insomnio. Una noche puse una conferencia sobre la Revolución francesa y casi no dormí. Y lo poco que dormí, lo pasé en una sala fría y maloliente, viendo al doctor Frontela en una de las segundas autopsias.

No podía ser, tuve que volver a los videos de señores que no conocía que prometían novedades sobre el caso. Los primeros diez o veinte minutos te los podías saltar, se dedicaban a chupársela los unos a los otros. Luego planteaban dilemas, eran dos asesinos, no eran dos, eran tres, y era verdad, yo en sueños vi tres, tres sombras, tres macarras que no tenían media hostia, los vi por la espalda y ¿el papel de la analítica aguantó tanto tiempo junto a la fosa, soportando ventoleras y tormentas? Había también videos conspiranoicos en los que esos macarras solo eran machaquillas de una élite que montaba orgías, que recorrían las discotecas de la ruta del bakalao secuestrando jovencitas que eran sometidas a rituales salvajes por parte de gente “hastiada de todo”. Yo nunca soñé con eso, soñé con algún torturador, pero no era de ese palo. Entonces me di cuenta de que no se podía resucitar a las niñas con la verdad. Pude entender que el crimen de Alcásser había trascendido lo criminológico para convertirse en un juego de mesa, una ecuación sin solución, un reto de encajar piezas de puzles diferentes para construir el rostro imposible de un asesino feroz.

De alguna manera tenía que expresar todo aquello. Un día, me compré una lámpara circular en los chinos y activé la cámara de video del móvil. Podía verme reflejado en un espejo, al otro lado. Joder, pensé, qué mal aspecto tengo. Le di a grabar y saludé. Presenté el contenido que iba a emitir, la famosa llamada de Míriam de las ocho de la noche, la del “igual no vamos” La niña posiblemente sabía que el padre no las podría llevar, podría ser que estuviera jugando al despiste, ni tenían entradas y, en todo caso, la discoteca había fletado un autobús para recoger a la gente. Tiempo después, al padre de Míriam se le escapó que no iban a la discoteca, sino a “una fiesta en una casa grande”. Y está la señora que las vio subirse al coche de los delincuentes de Catarroja. Mi teoría era que no iban a ir a ninguna discoteca, mi teoría era que habían sido captadas semanas antes por Ricart y “El Mauri”, y quedaron en una cita a tres para esa noche.

Subí el video a una cuenta de Youtube que había creado., ni se me ocurrió mirar aquella salvajada. Tuvo bastantes visionados y comentarios que no leí. En un mensaje, me invitaron a una tertulia en zoom para debatir sobre el tema, pero pasé. Había empezado una época de recuperación de sueño, un sueño dulce y reparador.

Pero bueno, si tu quieres verlo busca en Youtube “Alcasser, la llamada de las ocho”, dale un like  si te gusta y no olvides suscribirte a mi canal.

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